miércoles, 5 de abril de 2017

LA MÚSICA RECICLADA

El pasado lunes visitamos el aulario "La Bomba" de la UCA en Cádiz para la realización de un taller organizado por el programa Recapacicla en el cual creamos instrumentos de percusión utilizando materiales e incluso herramientas recicladas: latas, piedras, palos de caña, alambre usado, botellas, plástico, palillos, chapas de botellas, etc. Tras su fabricación, hicimos una pequeña improvisación con todos los instrumentos poniendo en práctica diferentes ritmos y compaginando cada sonido creando música muy movida. 

Como futuros docentes, este taller nos ha concienciado un poco más sobre la importancia de saber reciclar todos los residuos, respetar nuestro medio ambiente y poder hacer todo lo posible para preservar nuestra preciada naturaleza de manera que, de forma alternativa, podamos además aprovechar esta práctica para la creación de otras muchas maneras de darle uso a materiales que pueden ser usados más de una vez. ¿Podría ser este uno de los grandes valores para inculcar a nuestros peques? 

El saber reciclar significa llevar a cabo la participación activa en la recogida, separación y reciclaje de los residuos, se puede decir que es casi una forma de vida ya que es una manera de proteger nuestro medioambiente de la diaria contaminación. Muchos de los beneficios del reciclaje pueden ser el ahorro de recursos, la disminución de la contaminación, el ahorro de energía o la prevención de la deforestación. Por ello, es importante la educación temprana en el reciclaje, para poder crear un principio de protección de nuestras zonas verdes. Vamos a centrarnos en la prolongación de la vida de los materiales aunque sea con diferentes usos.

Dentro de la variedad de uso que podemos darle a estos materiales reciclados está lo que realizamos en el taller de Recapacicla, y es que, ¡con simples residuos creamos verdaderos instrumentos con diferentes sonidos! Algunos de los instrumentos que se pueden construir con los peques son los siguientes:










Además, nosotras también creamos nuestros propios instrumentos, ¡y no sonaron nada mal!





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