martes, 30 de mayo de 2017

Las estaciones y su representación musical

Tal y como hemos mencionado en alguno de nuestros posts anteriores, según la situación que estemos viviendo nuestro cuerpo nos pide un tipo de música diferente: cuando alguien se aleja de nuestra vida escuchamos música un poco más triste o apagada para asimilar esa distancia; cuando hemos salido de un examen que creemos que ha tenido éxito tenemos ganas de escuchar música más enérgica y que nos transmita alegría; cuando hemos tenido un día duro de trabajo y necesitamos descansar nos apetece más oír música de relajación y que quite el estrés; etc. 

Ahora que las clases están a punto de terminar, comienzan las vacaciones, llega el verano y muchas de las actividades que más nos gustan, podríamos decir que lo que nos pide nuestro cuerpo es música animada, que se pueda bailar y que transmita ganas de hacer cosas. Por ello, podemos, decir, que las estaciones del año también son momentos que nos piden diferentes tipos de música. 


El compositor Vivaldi, especialmente conocido por ser el autor de la orquesta de Las cuatro estaciones, nos muestra un claro ejemplo de que cada estación transmite una energía diferente y las representa con melodía diferentes.


Se puede decir que esta música nos expresa la caída de las hojas, la llegada de los colores tan particulares del otoño, el sonido del viento que arrastra todas las hojas y demás elementos de la naturaleza que se han caído de los árboles, el crujir de esos mismos elementos naturales del suelo al andar, etc. Es una música relajante, un preludio del invierno que le precede. 



Como he mencionado, el otoño prelude al invierno, por lo tanto esta música pertenece a la época más fría del año, representa la blancura de la nieve, las noches tempranas, las sensaciones del helado clima, la cercanía de la navidad, la belleza de los paisajes que producen las nevadas, etc.




Y le sigue la primavera, una época en la que se avecina el verano, el sol, el tiempo está un poco alterado y por ello se señala que las personas también padecen esa alteración, los millones de colores que hay en los paisajes, el canto de los pájaros, las calles llenas de gente que comienzan a salir a disfrutar de los días de sol... Es una temporada un poco más enérgica que la anterior, pero también tiene sus momentos de tranquilidad porque aún existen los días de frío.




Finalmente, el verano, nuestra época favorita por lo mencionado anteriormente, llegan las vacaciones, el tiempo libre, el buen clima, los días más largos y con más horas de luz, etc. Por lo tanto, podemos considerarla como la música del momento ya que estamos a vísperas de su llegada.

Esperamos que la entrada a esta nueva época sea tan enérgica como la música que lo representa y que la disfrutéis tanto como lo haremos nosotras. Y cómo no, para nuestros peques siempre tendremos algo preparado, y para que disfruten mejor su entrada a esta época, les dejamos este musicograma tan divertido de la parte del verano de la orques de Las cuatro estaciones de Vivaldi, ¡feliz verano!



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