Hace poco tuvimos una divertida clase de música en la que, con un material simple como una pelota de tenis, desarrollamos muchos aspectos musicales. Principalmente trabajamos el ritmo, el pulso, compás, acento, lateralidad y coordinación. Todo ello, a través de actividades dinámicas en las que nos reímos mucho y que con pequeñas adaptaciones (como una pelota más grande) pueden resultar muy divertidas y beneficiosas para los más pequeños. Algunas de las actividades fueron:
- Botar la pelota siguiendo diferentes compases
- Seguir pulsos en círculo pasándonos las pelotas
- Seguir el pulso del pandero botando la pelota en el sitio y con desplazamiento
Con todas ellas podemos conseguir objetivos como distinguir acentos, aprender a seguir pulsos, trabajar la coordinación audio-motora...
De aquí la importancia de trabajar el ritmo desde las edades más tempranas, sin necesidad de grandes instrumentos. La enseñanza musical del ritmo tiene un papel importante en la infancia, aporta orden, equilibrio, serenidad y ayuda a desarrollar capacidades motrices básicas como podría ser caminar, soltar... En definitiva favorece la formación del sistema nervioso.
Esto se podría empezar a trabajar de forma simple, creando ritmos con el propio cuerpo, lo cual le ayudará a tomar conciencia de su propio cuerpo y utilizarlo como instrumento musical y de expresión.
Como vemos, estas actividades pueden resultar de los más enriquecedoras en el aula de infantil, por lo que sería importante replantearse actividades que favorezcan estos aspectos musicales.
Una de las bandas más conocidas que crea música y ritmos a partir de ritmos corporales o con elementos reciclados y cotidiano como pueden ser los cubos de basura, es Mayúmana. Crean verdaderos espectáculos mediante actuaciones en la que combinan teatro, danza y música.
Aquí pueden ver dos vídeos en los que se muestra su habilidad ¡Que lo disfruten!
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